viernes, 30 de octubre de 2009

El título del blog

Otro país, otra ¿ciudad?, otra vida, el mismo blog. Vuelvo a escribir tras unos meses de parón, algún proyecto que salió un poco DOA, y muchos cambios. Pero me da mucha pereza escribir sobre los cambios, sobre todo porque a) ya lo hago mucho en otras plataformas como gmail y b) nunca se me ha dado bien escribir sobre mi vida, o eso creo. El otro día encontré, casi por casualidad como se encuentra todo lo importante, un fragmento en youtube de 2001: una odisea del espacio, la que considero mi secuencia favorita dentro de mi película favorita. Esto último es discutible, que esta sea mi película favorita (o al menos la única), pero es la respuesta que tengo preparada para cuando me hacen la pregunta típica. Quizá esté un poco pasada de vueltas y suene pedante, pero puedo recordar pocas experiencias tan intensas frente a una pantalla como la de ver la obra maestra de Kubrick en el cine al aire libre de San Benito, en Valladolid, allá por el verano de... ¿2001? Sería demasiada casualidad pero echando cálculos es lo que sale. El caso es que tendré que buscarme otra (o no), pero algunos amigos que considero íntimos no se creen que sea ésa mi peli favorita.

El título del blog proviene de la secuencia de marras, y aunque en la breve andadura del mismo no se ha mencionado 2001 ni una sola vez, además del título, la plantilla está un poco tuneada en homenaje a la película. Si no habéis visto la película y no os gustan los spoilers deberíais dejar de leer (aunque una película de Kubrick tampoco es un capítulo de Prison Break), pero antes (si no habéis dejado de leer ya, qué mal sentido de la estructura el mío) os recomiendo ávidamente que lo hagáis lo antes posible. Es verdad que es de esas películas que pierden mucho de su impacto vistas en la pequeña pantalla, pero tampoco puedes estar esperando a una reposición o un pase en la filmo para enfrentarte a tamaño peliculón. No es que diga esto porque sea lo típico que se dice, que lo es y con razón, pero en 2007 , cuando estudiaba en la Escuela de Cine de Lisboa, tuvimos un debate sobre si hay pelis que sólo se pueden disfrutar al 100% en una pantalla de cine: el tema fue poco controvertido, ya que todos acabamos coincidiendo en que sí, y el ejemplo más usado fue la Odisea del espacio. Chicos, ahora sí deberías dejar de leer si no la habéis visto porque llega el destripe.

El caso es que, resumiendo muchísimo, parte de 2001 es la historia del hombre contra la máquina, concretamente la historia de Dave contra HAL 9000, el ordenador que controla la nave en misión a Júpiter. Después de un tira y afloja legendario entre ambos, y de que HAL se cargue a sus compañeros, en plan Alien pero de manera mucho más sibilina, Dave decide saltarse todas las normas de la tecnocracia imperante y desconectar a HAL. Pero claro, tenemos que pensar que 2001 está rodada a finales de los 60, cuando un ordenador no se podía apagar dándole a un botón del tamaño de la yema de un dedo. Y sus perspectivas del futuro, según la película, es que cuanto más grandes y potentes fuesen los ordenadores, más difíciles serían de apagar. Dave tiene que ir sacando, uno a uno, todos los cartuchos que componen la personalidad, la inteligencia, los recuerdos de HAL. En una película cualquiera, este sería simplemente el momento en que los buenos ganan. En 2001 (y por eso es una incontestable obra maestra), es una tragedia, tiene algún toque cómico-tierno como el de la canción infantil, da mucho, mucho miedo y, por si fuera poco... también es el momento en que los buenos ganan. Y ahí, repetida muchas veces en diferentes tonos y a distintas velocidades, está la frase: "Tengo miedo, Dave". O "I'm afraid, Dave", porque lo cierto es que no he querido ver la película doblada. En fin, que vaya tres parrafazos para insertar un vídeo de Youtube, que bien lo podía haber hecho en Facebook...

4 comentarios:

Ignacio dijo...

Jejeje, recuerdo exactamente aquella noche en San Benito, sin duda ha sido mi experiencia cinematográfica más impresionante también. Y probablemente sí que fuese el año 2001, o 2002 a lo sumo.

Rubén D. Caviedes dijo...

2001 es la más mejor película de todas las todas. Y Kubrick el mánde genio que jamás piso las tierras de Su Majestad y parte de las colindantes.

Le comentaré que la experiencia de 2001 se convierte directamente en un éxtasis cuando uno se ha leído el libro: que por cierto es, o eso pienso yo, el mejor libro de ciencia ficción de todos los tiempos. Si no se lo ha leído aún, amgo, no sé que hace leyendo este post: corra raudo a su librería de confianza. Por cierto, co-escrito (de forma apócrifa) por Kubrick. Se ve que este hombre era un genio tocase el palo que tocase. No hay más que ver (un poco por justificar, aunque a estas alturas del pastel pocos son los que lo dudan) el resto de la obra de C. Clarke; no llega ni a la suela del zapato, siendo muy generosos, del libro de 2001. Ni siquiera sus presuntas secuelas, 2010, 2016 y 3001 -escritas ya íntegramente por C. Clarke-. Unas vergüenzas ajenas de secuelas. O el cuento original que, técnicamente, inspirase la idea en Kubrick -El Centinela, de C. Clarke-. Birria de cuento, oiga.

Que lo dicho: que vivè Kubrick, coño.

Juan dijo...

Pues sí que he leído el libro, y la verdad es que me pareció bueno pero nada comparable a la película. De hecho, la película me parece tan genial porque tiene momentos de esos que dices "joder, esto es el cine, esto no se puede expresar así en ningún otro medio".

Me perdonas?

Rubén D. Caviedes dijo...

Yeah baby, claro que si. Note usted que el autor del libro y el de la pelo son, como quien dice, el mismo. De modo que está usted perdonated.