Allá por los felices años setenta, en la temporada mil (aproximadamente) de Happy Days -el fenómeno televisivo más importante de aquella década en América-, los guionistas se habían quedado sin ideas. Se llevaron a la familia protagonista de vacaciones a la playa durante algunos capítulos, y uno de los momentos climáticos dentro de aquellos episodios fue lo que sigue: Fonzie (el mejor amigo de los Cunningham, el protagonista de la serie, esa especie de Danny Zuko de los pobres) apuesta a que puede saltar, con sus esquís acuáticos, sobre un malvado tiburón que permanece encerrado en una pequeña parcela de agua, cerca de la playa. Y lo salta. ¿La descripción del momento os ha parecido una mierda? Eso es porque no habéis visto el vídeo. Es mucho peor.
La escena es sonrojante, y la serie nunca se recuperó de aquello. Si estás haciendo una comedia para toda la familia que se caracteriza por sus personajes entrañables y su moraleja, no quieres que tus personajes acaben saltando sobre tiburones. El público tampoco. Desde entonces (y he aquí la importancia histórica del momento), cada vez que una serie pasa ese punto de no retorno, casi imperceptible, entre lo admisible y el despropósito total, se dice que la serie "ha saltado a los tiburones". Yo conocía la expresión desde hace tiempo, pero hace muy poco, mi compi de casa Geoff me desveló su origen. Por trasladarlo un poco a la televisión de hoy en día, diría por ejemplo que Prison Break saltó a los tiburones cuando se descubrió que la previamente decapitada Dra. Tancredi no había muerto, o que Lost se tiró de cabeza a los escualos cuando aparecieron Paulo y Nikki.
Aquí está el momento que marcó un antes y un después en la tele, para mal. Atención a Ron Howard conduciendo la lancha. Y a las imágenes de tiburones robadas de algún documental de tercera...
La escena es sonrojante, y la serie nunca se recuperó de aquello. Si estás haciendo una comedia para toda la familia que se caracteriza por sus personajes entrañables y su moraleja, no quieres que tus personajes acaben saltando sobre tiburones. El público tampoco. Desde entonces (y he aquí la importancia histórica del momento), cada vez que una serie pasa ese punto de no retorno, casi imperceptible, entre lo admisible y el despropósito total, se dice que la serie "ha saltado a los tiburones". Yo conocía la expresión desde hace tiempo, pero hace muy poco, mi compi de casa Geoff me desveló su origen. Por trasladarlo un poco a la televisión de hoy en día, diría por ejemplo que Prison Break saltó a los tiburones cuando se descubrió que la previamente decapitada Dra. Tancredi no había muerto, o que Lost se tiró de cabeza a los escualos cuando aparecieron Paulo y Nikki.
Aquí está el momento que marcó un antes y un después en la tele, para mal. Atención a Ron Howard conduciendo la lancha. Y a las imágenes de tiburones robadas de algún documental de tercera...