miércoles, 8 de abril de 2009

Miss Sixty

El otro día, después de tu fiesta de cumpleaños, le contabas a Nena que creías que me gusta tanto esta foto porque me parezco mucho, físicamente, a ti en ella. Puede ser, la verdad es que no era la primera vez que me lo decían, lo del parecido.
Pero me gusta por otras cosas, algunas que se ven en la imagen, otras que no se ven pero están ahí, fuera de campo (el fuera de campo lo es todo en esta foto), unas pocas que descubrí preparando la fiesta con tus amigos y muchas que ya sabía -o intuía- desde hacía tiempo.
Me encanta, y me admira, que los amigos que conociste cuando tenías la edad que yo tengo ahora (o menos) te hayan hecho semejante fiesta por tu sesenta cumpleaños. No sólo eso, sino que os veáis habitualmente y tengáis ese buen rollo del que me contagié un par de días en la casa de Tiedra. ¿Quién no aspira a tener unos amigos tan divertidos y que encima le duren tantos años? Volviendo al fuera de campo, sé que casi todos están cerca de ti en esa foto, incluida Nena que la hizo, como hizo también esa otra en Cuenca que me gusta tanto, con margarita y manta hippie incluidas. Por lo que me has contado, en esta estás tan atenta porque estaban cantando o tocando algún instrumento: conociéndoles, no tengo ningún problema para imaginármelo.
Aún no habías conocido a papá por aquella época, pero a estas alturas agradezco que mis padres hayan tenido una vida (con todo lo que eso conlleva, aunque no quiero detalles escabrosos) antes de convertirse en mis padres y los de mi hermana. Olvida todo lo que decía en el colegio de que yo quería una madre de treinta recién cumplidos como las de algunos de mis compañeros: poco a poco conocí a bastantes y muchas eran un coñazo, algunas porque venían así de serie, pero otras porque no habían podido ser nunca otra cosa.
Y hay más cosas, muchas que te he dicho y no procede escribir aquí, y muchas que no te diré nunca, en general porque ya las sabes, algunas veces antes que yo. Y, sobre lo que decía al principio, puede que sí, que sólo sea un acto de vanidad y la foto me guste porque nos parecemos, te veo guapa y me sube la moral, pero espero que me lo perdones por el hecho de que, entre padres e hijos, a veces se da esta cosa tan rara que es la vanidad compartida.

No hay comentarios: